Los profesores de nuestra Escuela de Artes Escénicas advierten que memorizar textos puede ser una tarea difícil, si bien existen trucos para hacerlo con facilidad, como es una primera lectura línea por línea, ya sea en voz alta o en silencio. Pero hay más. ¡Presta atención!
Transforma tus ojos en cámaras
Cuando quieras memorizar un texto, intenta no mirar la página en absoluto. En lugar de eso, usa los ojos como si fueran cámaras y «dispara» imágenes de cada palabra de la frase en el papel o en el ojo de tu mente. También puedes contarte a ti mismo una historia sobre cada palabra para desarrollar tu memoria fotográfica.
Cuando hayas memorizado una línea, pasa a otra y continúa hasta que hayas terminado de leerlas todas en orden una tras otra sin volver a mirar lo leído anteriormente.
Repetición
Seguro que ha oído que «la práctica hace al maestro». Y es totalmente cierto, pues la repetición es la madre de la habilidad y la mejor aliada para vencer la curva del olvido.
Cuando intentes recordar lo que pone en un texto a la hora de interpretar, sólo tendrás que hacer memoria y recordar cuántas veces has tenido que leer ese pasaje antes de que se te quedara grabado para siempre. En este sentido, nuestros docentes conocen trucos y ejercicios que pueden ayudarte enormemente a dominar la memorización.
Dividir en secciones
El primer paso para memorizar un texto es dividirlo en unidades más pequeñas. Y es que resulta más sencillo manejar mentalmente secciones más pequeñas de información en lugar de un largo flujo de hechos o palabras. Así, vas a poder comprender la estructura general de un texto al tiempo que aprendes los detalles más sutiles de la historia que vas a contar.
Utiliza un código de colores para cada pasaje
La próxima vez que te aprendas una escena o un monólogo, prueba a dividir el texto en trozos de tres a cinco frases. Dale a cada sección un color diferente y escribe las líneas en el dorso de la mano con el rotulador correspondiente.
Cuando recites de memoria, no muevas la mano: mantenla delante de los ojos mientras repasas mentalmente cada línea. Repite este proceso hasta que tu cerebro recuerde las tres líneas de esa parte del texto y ya no necesite verlas escritas.
Practica fuera de contexto
Una de las mejores formas de mejorar la memoria es practicar fuera de contexto, sin el texto real que quieres memorizar. Por ejemplo, si estás intentando aprenderte algunas frases de un párrafo (en lugar de un capítulo entero), intenta crear otros escenarios en los que puedan aparecer esas mismas frases y empieza a juntarlas allí.
Reglas mnemotécnicas
Utiliza reglas mnemotécnicas para recordar. Si se te olvidan detalles importantes, intenta crear una mnemotecnia útil que te ayude a recordarlos más adelante en tus sesiones de estudio o cuando llegue el momento de la presentación.
Memorizar un texto no tiene por qué ser frustrante si sabes cómo hacerlo
Memorizar un texto puede ser un reto, pero si quieres aprenderte el guion fácilmente, por complejo que sea, no olvides seguir estos pasos.
Por último, si aún te quedan dudas sobre cómo memorizar de la forma más ágil y eficaz, ven a Scaena Carmen Roche, tu Escuela de Artes Escénicas.